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Aplicaciones de la Biotecnología a los Cultivos: Beneficios y RiesgosEnsayo Introducción El objetivo de esta monografía es el de resumir los recientes progresos científicos en que se basa la moderna biotecnología, y analizar los potenciales riesgos y beneficios de su aplicación a los cultivos. Este estudio introductorio está destinado a un público general, no especializado en el área, pero interesado en el actual debate sobre el futuro de los cultivos genéticamente modificados. El debate es especialmente oportuno por la próxima reunión sobre comercio internacional que tendrá lugar en Seattle, en Diciembre de l999, y en la cual las transacciones en organismos genéticamente modificados (GMO´s por sus siglas en inglés) serán un tema importante. Este documento se refiere exclusivamente a cultivos genéticamente modificados. CAST desea publicar una serie de estudios sobre problemas más detallados y en un contexto más amplio, el de la modificación genética más allá de los cultivos. Terminología Biotecnología se refiere en general a la aplicación de una amplia gama de técnicas científicas para la modificación y mejora de plantas, animales y micro-organismos de importancia económica. Biotecnología agrícola es la parte de la biotecnología relacionada con las aplicaciones agrícolas. Tomando el término en su mayor amplitud, la biotecnología tradicional ha sido utilizada por miles de años, desde que comenzó la agricultura, para mejorar plantas, animales y micro-organismos. La aplicación de la biotecnología a especies agrícolas importantes ha incluido tradicionalmente el uso de la fertilización selectiva para producir un intercambio de material genético entre dos plantas, para producir descendencia con características deseables, tales como mayor rendimiento, resistencia a las enfermedades y mejor calidad. El intercambio tradicional exige que las dos plantas cruzadas sean de la misma especie, o de especies muy próximas. El cruzamiento de plantas ha producido especies superiores con mucha mayor rapidez de la que hubiera tenido efecto al azar. Sin embargo, como el intercambio de genes tradicional se limita a especies iguales o muy semejantes, toma demasiado tiempo. Además, frecuentemente las características deseadas no existen en ninguna especie relacionada. La biotecnología moderna, en cambio, aumenta grandemente la precisión del intercambio, reduce el tiempo necesario, y multiplica las fuentes potenciales de donde se pueden extraer características deseables. Métodos En la década de los setentas, una serie de progresos complementarios en el campo de la biología molecular proporcionó a los científicos la capacidad de transferir ADN entre organismos relacionados distantes. Hoy día, esta tecnología recombinatoria del ADN ha alcanzado una etapa en que los científicos pueden tomar ADN que contenga genes específicos de casi cualquier organismo, incluyendo plantas, animales, bacterias o virus, e introducirlo en un cultivo específico. La aplicación de esta tecnología frecuentemente se denomina ingeniería genética. Un organismo que ha sido modificado, o transformado, utilizando las modernas técnicas de intercambio genético es llamado comúnmente un organismo genéticamente modificado. Sin embargo, la descendencia de un cruce tradicional también sería "genéticamente modificada", en relación con el genotipo de las plantas originales. Las plantas genéticamente modificadas utilizando la tecnología recombinatoria de ADN, para introducir genes de la misma, o diferentes especies, también son llamadas plantas transgénicas y el gene transferido, transgene. No todos los GMO´s involucran el uso de diferentes especies, pues la tecnología también puede servir para transmitir genes entre diferentes variedades de la misma especie o para modificar la manifestación de genes de la misma planta, por ejemplo para aumentar la resistencia a enfermedades. La aplicación de la tecnología recombinatoria de ADN para facilitar el intercambio de genes tiene varias ventajas sobre los métodos tradicionales. El intercambio es mucho más preciso, porque se transfiere un solo gene, o máximo unos pocos genes, que han sido identificados como poseedores de características útiles. Se evita así la transmisión de otras características secundarias no deseadas, que deben eliminarse en generaciones siguientes, como sucede con el cruce tradicional. La aplicación de la tecnología recombinatoria también permite el desarrollo más rápido de variedades con características deseables. Además, se conoce cuál es el gene transferido, lo que no sucede con métodos tradicionales, en los que puede desconocerse totalmente la base fundamental del cambio logrado. Por último, la posibilidad de transferir genes de cualquier planta u organismo a una plana escogida, significa que la gama total de capacidades disponibles entre todos los organismos biológicos puede ser transferido o usado en cualquier otro organismo. Esto aumenta notoriamente la gama de características deseables que pueden ser aplicadas al desarrollo de nuevas variedades. Como ejemplo hipotético, si los genes que permiten a ciertas bacterias tolerar niveles altos de salinidad pudieran transferirse a papas, trigo o arroz, se podría cultivarlos en tierras salinas. Ya que la superficie de tales tierras se calcula es el equivalente de 20% a 25% de la tierra actualmente cultivada, ésta sería una contribución significativa a la provisión mundial de alimentos. (Recuadro) Algunas definiciones útiles de la biotecnología y sus componentes técnicos Se llama biotecnología a cualquier técnica que utilice organismos vivos o parte de ellos, para conseguir, o modificar un producto, o para mejorar plantas, animales o micro-organismos, para usos específicos. Todas las características de un determinado organismo están codificadas en su material genético, que consiste de las moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN) que existen en cada célula del organismo. Los organismos superiores contienen una serie específica de moléculas lineares de ADN llamadas cromosomas y el total de cromosomas en un organismo es su genoma. La mayoría de organismos tienen dos juegos de genomas, uno de cada padre. Cada genoma se divide en una serie de unidades funcionales, llamadas genes, y hay de 20 a 25 mil genes en plantas tales como el maíz o la soya. El conjunto de características de cada organismo (fenotipo) depende de los genes presentes en su genoma (genotipo). La aparición de una característica específica también depende de muchos otros factores, incluyendo si los genes respectivos están en función (manifiestos) o no, las células específicas dentro de las cuales se manifiestan los genes, y cómo interactúan éstos, y sus manifestaciones y productos, con los factores ambientales. Los siguientes son los componentes clave de la moderna biotecnología:
(Fuente: basado en Persley y Doyle, l999) (Fin del Recuadro) En la actualidad existen dos métodos principales para introducir ADN transgénico en los genomas vegetales, de una manera funcional. Para las plantas dicotiledóneas (de hojas anchas, como la soya, el tomate y el algodón) se efectúa la transformación mediante la bacteria Agrobacterium Tumefaciens. Dicha bacteria infecta, de forma natural, una gran variedad de plantas introduciendo directamente su ADN en el ADN de las mismas. Se puede introducir cualquier gene en una planta, sacando las características indeseables asociadas con la infección por Agrobacterium e introduciendo las características deseadas en el ADN de dicha bacteria. Se puede luego identificar y cultivar las células que contienen el nuevo gene, utilizando la tecnología de cultivo de células vegetales, obteniendo así plantas completas con el nuevo transgene incorporado en su ADN. Las plantas monocotiledóneas (por ejemplo maíz, trigo, arroz) no se dejan fácilmente infectar con el Agrobacterium, de manera que lo que se hace es cubrir con el ADN pequeñas esferas de tungsteno, y se dispara éstas a las células de la planta. Parte del ADN se desprende de las esferas y se incorpora al ADN de la planta. Como en el caso anterior, se identifican las células afectadas y se las cultiva para que se transformen en plantas completas con el nuevo ADN. La posibilidad de incorporar fácilmente el material genético de casi cualquier organismo en diferentes plantas útiles ha llegado a una etapa de aprovechamiento comercial. Más o menos el 50% del maíz, la soya y el algodón cultivados en los EE.UU. han sido modificados mediante técnicas recombinatorias. La limitación más importante ha sido la falta de suficiente conocimiento sobre cuáles genes controlan las características agrícolas importantes, y cómo lo hacen. El estudio de los genes tiene que ver con el campo rápidamente creciente de la genómica, la misma que se refiere a la determinación de la secuencia de ADN, y a la identificación de la localización y funciones de todos los genes de un organismo. Parece ser que muchas características se conservan a través de las especies, o sea que el mismo gene produce el mismo rasgo en diferentes especies. Así, por ejemplo, un gene que otorgue tolerancia a la sal en una bacteria, puede conferir la misma tolerancia al ser transferida al arroz o el trigo. El conocimiento de la secuencia de genomas enteros, de organismos tan diversos como las bacterias, los hongos, las plantas y los animales nos está llevando a la identificación del conjunto total de genes encontrados en muchos organismos diferentes. Esto aumenta dramáticamente la velocidad con la que se llega a comprender las funciones de los diferentes genes. Desde el punto de vista de la biotecnología agrícola, los progresos en la genómica llevará a un rápido aumento en el número de características útiles disponibles para mejorar las plantas en el futuro. ¿Por qué se desarrollan nuevos productos agrícolas mediante la biotecnología? Se utilizan los progresos de la biotecnología agrícola para incrementar la productividad de los cultivos, especialmente mediante la reducción de los costos de producción logrados disminuyendo la necesidad de plaguicidas, sobre todo en las zonas templadas. La aplicación de la biotecnología puede mejorar la calidad de vida, creando cepas de mayor rendimiento, o que pueden crecer en ambientes diversos, lograr una rotación mejor para conservar los recursos naturales o plantas más nutritivas, que se conservan mejor cuando están almacenadas o están siendo transportadas. Se consigue así un abastecimiento continuo de alimentos a bajo costo. Después de dos décadas de investigaciones intensivas y costosas, el cultivo comercial de variedades transgénicas de plantas ha tenido lugar en los últimos tres años. Se calcula que, para 1999, se cultivaron aproximadamente 40 millones de hectáreas con variedades transgénicas de más de veinte especies vegetales. Las más importantes, desde un punto de vista comercial, son el algodón, el maíz, la soya y la colza (Servicio Internacional de Adquisición de Biotecnología Agrícola - ISAAA- 1999). Los países en que se efectuaron los cultivos incluyen algunos de los más importantes productores agrícolas del mundo: Argentina, Australia, Canadá, China, Francia, México, África del Sur, España y los EE.UU. El l5%, aproximadamente, de la superficie cultivada pertenecía a economías emergentes. El valor, en el mercado mundial, de los cultivos transgénicos creció de US $ 75 millones en 1995, a US $ 1640 millones en 1998. Las características más frecuentes de las nuevas variedades son la resistencia a insectos (algodón, maíz), resistencia a los herbicidas (soya) y maduración lenta de la fruta (tomate). Las ventajas obtenidas con estos cultivos transgénicos iniciales son: mejor control de insectos y malezas, mayor productividad, y un manejo más flexible de los cultivos. Los beneficiarios son principalmente los granjeros y empresas agrícolas, pero también se benefician los consumidores, con la producción más barata de alimentos. Los beneficios más generales a favor del ambiente y la sociedad, se reflejan en una agricultura más sostenible y mayor seguridad en los alimentos, gracias al uso reducido de pesticidas. Las combinaciones que se están probando en economías emergentes incluyen variedades resistentes a los virus de melones, papayas, papas, zambo, tomate y pimientos; arroz, soya y tomates resistentes a los insectos; papas resistentes a las enfermedades, y ajíes de maduración lenta. También se está trabajando para utilizar plantas como el maíz, la papa y el plátano como mini-fábricas para producir vacunas y plásticos biodegradables. Los posteriores avances de la biotecnología tendrán, probablemente, como resultado, cultivos con una amplia gama de características, de entre las cuales serán de especial interés para los consumidores las relacionadas con una calidad nutritiva superior. Estos cultivos podrían ofrecer beneficios nutricionales a millones de personas que sufren de malnutrición y desórdenes deficitarios. Se han identificado genes que pueden mejorar la composición de los aceites, las proteínas, los carbohidratos y los almidones de granos y tubérculos. Experimentalmente, se ha incorporado al arroz un gene que produce beta caroteno y vitamina A. Este gene mejoraría la dieta de 180 millones de niños que sufren deficiencia de vitamina A, causante de dos millones de muertes anuales. De modo similar, la introducción de genes que tripliquen la cantidad de hierro del arroz es un remedio posible para la deficiencia de hierro que afecta a más de dos mil millones de personas y ocasiona anemia en la mitad. Los progresos en tecnología genética pueden ayudar a resolver problemas médicos, agrícolas y ambientales de los países pobres. Hasta aquí, los mayores esfuerzos privados han sido dirigidos a la introducción de características útiles para los productores de países industrializados, porque en ellos las compañías pueden recuperar sus inversiones. Se necesitan nuevas modalidades que movilicen recursos públicos y privados para que no se deje atrás a la gente pobre en la revolución genética. Un informe reciente del Consejo Nuffield de Bioética del Reino Unido (1999) concluía diciendo que hay un fuerte imperativo moral de hacer posible que las economías emergentes evalúen el uso de nuevas biotecnologías, como medios para combatir el hambre y la pobreza. La alianza creativa de países en desarrollo, centros internacionales de investigación agrícola y sector privado podría proveer nuevos medios para compartir y evaluar estas nuevas tecnologías. Algunas economías emergentes están realizando inversiones importantes, tanto humanas como financieras, con el fin de utilizar los progresos científicos para mejorar la provisión de alimentos y reducir la pobreza. Estos progresos fueron analizados detalladamente en una Conferencia en Wáshington, DC en Octubre de l999. La reunión fue co-auspiciada por el Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, por las siglas en inglés) y la Academia Nacional de Ciencias, de los EE.UU (CGIAR, l999). Las aplicaciones de la biotecnología en agricultura están en su infancia. A la mayoría de plantas modificadas genéticamente se les ha alterado una sola característica, como, por ejemplo, la tolerancia a los herbicidas o a las plagas. El rápido progreso de la genómica puede mejorar la producción de plantas, conforme se vayan identificando más genes funcionales. Esto puede permitir una exitosa producción de características complejas, como la tolerancia a la sequía o a la salinidad, controlada por muchos genes. Esto beneficiaría grandemente a los que cultivan terrenos marginales en todo el mundo, pues los métodos tradicionales, aplicados a las plantas principalmente usadas para alimentación, han tenido limitado éxito. Beneficios y Riesgos de la Biotecnología Agrícola Al evaluar los beneficios y riesgos de la biotecnología moderna, hay varios puntos que dilucidar, antes de tomar decisiones sobre el uso de dicha tecnología en problemas relativos a la alimentación, la agricultura y el manejo de recursos naturales. Entre esos puntos, se incluyen la evaluación y manejo de riesgos, dentro de un sistema efectivo de regulación. También hay que tomar en cuenta el papel de la propiedad intelectual para recompensar la innovación y permitir el acceso a la tecnología desarrollada por otras personas. En cuanto a los riesgos ambientales, hay seis problemas de seguridad que la OECD(Organización para la Cooperación y el Desarrollo) cree que se deben considerar: transferencia de genes, malezas, efectos de las características, variabilidad genética y fenotípica, manifestaciones del material genético tomado de patógenos, y seguridad del personal encargado del trabajo (Cook, l999) Al juzgar los riesgos y beneficios, es importante distinguir entre riesgos inherentes a la biotecnología y riesgos que trascienden la biotecnología. Los primeros incluyen aquellos que tienen que ver con la seguridad en la alimentación y con la conducta del producto en relación con el medio ambiente. En el segundo grupo, los riesgos se derivan del contexto social y político en el cual se utiliza la tecnología, y cómo su uso puede beneficiar o perjudicar los intereses de diferentes grupos sociales. Riesgos Inherentes a la Tecnología En cuanto a los riesgos inherentes a la tecnología, los principios y prácticas de evaluación, caso por caso, están bien establecidos por los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD), así como algunas economías emergentes. Estos principios y prácticas están resumidos en una serie de informes de la OECD publicados en los últimos diez años o más. Las guías nacionales, regionales e internacionales, para la evaluación y manejo de riesgos, proporcionan una base para los sistemas de regulaciones nacionales. Las guías de bioseguridad están disponibles de varias organizaciones internacionales incluyendo la OECD, el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, La Organización para el Desarrollo Industrial de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Principios, Prácticas y Experiencias Las tendencias regulatorias para manejar el uso seguro de la biotecnología hasta ahora han incluido la identificación de peligros y evaluación de riesgos, basados en la ciencia, y analizando caso por caso, para emitir regulaciones del producto final en vez de centrarse en el proceso de producción en sí, el desarrollo de un marco regulatorio que se apoya en instituciones existentes en vez de crear nuevas, y la incorporación de la flexibilidad para reducir la regulación de productos luego de que se haya demostrado que son de bajo riesgo. Las evaluaciones de riesgos de bioseguridad llevadas a cabo antes de miles de simulacros experimentales y de campo en los Estados Unidos se centraron en las características de los organismos que se evaluaban, incluyendo sus tendencias nuevas, el uso a darse, y las características del ambiente receptor. El concepto de equivalencia sustancia entre los productos nuevos y los tradicionales se ha usado como base para determinar cuáles pruebas de seguridad son requeridas antes de comercializar los productos derivados de la ingeniería genética, y si se requieren etiquetas especiales. Si éstas son necesarias, se deberá saber qué información será útil para los consumidores. La familiarización ha surgido como un principio clave de bioseguridad en algunos países. A pesar de que ésta no es equivalente a la seguridad, ha servido como base para la aplicación de prácticas de manejo existentes a nuevos productos. Es la premisa al evaluar caso por caso y paso por paso los riesgos y manjar nuevos productos. Este enfoque ha sido recomendado por el OECD y es la base del sistema de regulaciones de los Estados Unidos (Juma y Gupta, 1999). Recientemente se ha introducido medidas en algunos países, especialmente en Europa y más recientemente en Japón, en parte como respuesta a las reacciones negativas del público al uso creciente de cultivos modificados genéticamente, sobre la colocación de etiquetas en algunos o todos los productos basados en la biotecnología, con el objetivo de presentar más opciones a los consumidores. También algunas autoridades de organismos regulatorios piensan que debe haber un enfoque más cuidadoso con las regulaciones relacionadas de GMOs. Este enfoque se basa en la propuesta de que tal vez no se conozca lo suficiente sobre los efectos adversos a largo plazo de los GMOs y por eso requiere evidencia previa de la seguridad de los productos basados en la biotecnología en relación a la salud humana y el ambiente. El debate actual de las etiquetas incluye aspectos como si deben ser obligatorias u opcionales las etiquetas, qué información deberá constar para informar al consumidor sobre las diferentes opciones, y si es posible colocar etiquetas en productos de venta al por mayor que podrán contener una combinación de cultivos GMO y no GMO. Cómo Lograr un Protocolo de Bioseguridad Internacional Durante las negociaciones para establecer la Convención de Diversidad Biológica a principios de los noventas, existía la preocupación de parte de algunos gobiernos de que los GMOs podrían considerarse un riesgo a la diversidad biológica. Por consiguiente, se han llevado a cabo negociaciones entre gobiernos durante los últimos años para negociar un protocolo que deberá cumplirse legalmente de bioseguridad bajo la Convención de Diversidad Biológica (CBD). La parte central del protocolo, en etapa de borrador, es el procedimiento del acuerdo de informe adelantado (AIA) que se seguirá antes de transferir entre fronteras los GMOs (llamados organismos modificados vivos o LMOs en el protocolo). Los LMOs que estén en contacto con el ambiente del país importador estarán cubiertos por el AIA, para evaluarlos para verificar si existe algún impacto potencial adverso en la biodiversidad. Se discute, sin embargo, cuáles LMOs deberán ser regulados por el protocolo y con qué propósito. ¿Se trata de proveer supervisión internacional de tendencias específicas de los LMOs que pueden afectar adversamente la salud humana y el ambiente o impactar en la biodiversidad, o está el procedimiento del AIA enfocado en la supervisión de los procesos de tecnología genética mediante los cuales se producen los LMOs? Un punto clave de desacuerdo se centra en si los LMOs, que se usarán como alimentos para seres humanos y animales o serán procesados, y no como semillas en el país importador, deberán estar cubiertos por el procedimiento AIA. Estos LMOs conocidos como "bienes", incluirían los cultivos modificados genéticamente tales como la soya y el maíz, que forman parte de un componente creciente del comercio de bienes agrícolas internacional de estos cultivos. Un grupo de los principales países exportadores de productos agrícolas (el grupo Cairns) argumenta que los bienes agrícolas deberán ser excluidos del procedimiento de AIA, debido a que no se los va a soltar en el ambiente, por lo cual no constituyen riesgos a la biodiversidad. Esto guarda consistencia con el comercio actual de bienes, bajo los acuerdos internacionales existentes, en donde semillas contaminadas con enfermedades de plantas pueden ser comercializadas internacionalmente para ser consumidas, pero no como semillas. El grupo Cairns también dijo que el proveer información detallada sobre LMOs en envíos de bienes agrícolas al por mayor no es factible, debido a la mezcla de semillas modificadas genéticamente con aquellas que no lo son, y por no existir un enlace directo de negocios entre los agricultores de semillas y sus exportadores. Otros países solicitan que la primera vez que se transfiera LMOs, incluyendo bienes, deberán estar cubiertos por AIA, como la única manera de monitorear el ingreso de LMOs a un país. Algunos también piensan que el protocolo deberá permitir tomar en cuenta impactos en la salud al igual que en el ambiente. Estos países señalan que no se puede garantizar que aunque el uso intencionado del LMO sea es para ser procesado (en vez de semilla), dicho bien no se use de otra manera, una vez que haya ingresado por la frontera del país. Otra discusión clave en de las negociaciones de protocolo de bioseguridad es si las decisiones del AIA deberán basarse en ciencia o en cautela. Aquellos que solicitan que las base de las decisiones sea la ciencia, indican que depender de un enfoque que toma precauciones excesivas podría crear como resultado barreras discriminatorias o no justificables al comercio internacional de los LMOs. Aquellos que tienen el punto de vista contrario, que están a favor de enfoques de cautela adicional, indican que en el corto plazo, no se contará con evidencia no ambigua y científica del daño posible provocado por los LMOs. Dicen, por consiguiente, que existe la necesidad de tomar precauciones por la falta de certeza científica para garantizar la seguridad de los productos modificados genéticamente en relación a la salud y al medio ambiente. Los países tampoco están de acuerdo sobre los efectos socio-económicos de los LMOs, las responsabilidades y compensaciones, y los productos farmacéuticos que deberán incluirse en el protocolo, a pesar de que estos temas están fuera del alcance del protocolo, según se estableció por la Conferencia de las Partes al CBD en 1994 (diciembre 2 a 5). El último tema central es cómo se deberán relacionar las obligaciones de un país bajo el CBD y cualquier protocolo de bioseguridad acordado con los derechos y obligaciones bajo los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio. La próxima ronda de negociaciones sobre el Protocolo de Bioseguridad tendrá lugar en Montreal en enero de 2.000. Efectos en la Salud Humana Los efectos en la salud de los alimentos cultivados de variedades de cultivos modificados genéticamente (también conocidos como alimentos GM) dependen del contenido específico del alimento en sí y puede potencialmente ser beneficioso u ocasionalmente dañino para la salud humana. Por ejemplo, un alimento GM con un alto contenido de hierro digerible puede tener un efecto positivo en la salud si es consumido por una persona con deficiencia de hierro. En cambio, la transferencia de genes de una especie a otra también puede conllevar la transferencia de riesgos de alergias. Estos riesgos deberán ser evaluados e identificados antes de que se comercialice. Algunas personas alérgicas a ciertas nueces, por ejemplo, necesitarán saber si los genes de cierta característica se transfieren a otros alimentos tales como la soya. Se requerirán etiquetas si tales cultivos se llegaran a comercializar. También hay preocupaciones sobre los riesgos potenciales a la salud del uso de señales de resistencia antibiótica de alimentos GM, a pesar de que no existe ninguna evidencia que lo pruebe. Se podrán requerir etiquetas en algunos países para identificar el contenido nuevo que resulte de la modificación genética por razones culturales o religiosas o simplemente por el hecho de que los consumidores querrán saber cuál es el contenido del alimento y cómo fue producido para tomar decisiones basadas en conocimientos, sin que dependan de los riesgos de salud. Riesgos Ambientales Dentro de los riesgos ecológicos potenciales identificados consta el incremento de la maleza, debido a la polinización cruzada en donde el polen de los cultivos GM se difunde a cultivos no GM en campos cercanos. Esto puede hacer que se dispersen ciertas características como resistencia a los herbicidas de plantas GM a aquellas que no son GM, con el potencial posterior de convertirse en maleza. Este riesgo ecológico puede evaluarse cuando se decida otorgar al GMO una característica específica, si se lo suelta en un ambiente particular, y si es así, bajo cuáles condiciones. Cuando se han aprobado tales liberaciones, el monitoreo del comportamiento de los GMOs luego de que hayan sido soltados, es un campo fructífero de investigación futura como parte de la ecología de cultivos. Otros riesgos ecológicos potenciales surgen del gran uso de maíz y algodón modificados genéticamente con genes de insecticidas del Bacillus thuringienisis (el gene Bt). Esto puede hacer que se desarrolle una resistencia al Bt en poblaciones de insectos expuestas a cultivos GM. Se está intentando manejar este riesgo en plantas iniciales de cultivos GM mediante la plantación de secciones "de refugio" en campos de algodón de Bt con variedades de insectos susceptibles para reducir la oportunidad de que los insectos evolucionen hasta lograr la resistencia a las plantas que tengan el gene Bt (Gould, 1999). También puede haber riesgo para especies que no son el objetivo, como pájaros y mariposas, por plantas con el gene Bt. El monitoreo de estos efectos de nuevos cultivos transgénicos en el ambiente y el crear enfoques efectivos de manejo de riesgos son componentes esenciales para investigaciones posteriores de manejo de riesgos. Riesgos Que Van Más Allá de la Tecnología Los riesgos que van más allá de la tecnología incluyen preocupaciones sociales y éticas de que la biotecnología moderna puede aumentar la brecha de prosperidad entre ricos y pobres, tanto internacionalmente como en sociedades individuales y que puede contribuir a la pérdida de biodiversidad. También hay ansiedades éticas sobre las dimensiones morales de patentar organismos vivientes y el movimiento entre especies de genes. Estos riesgos están relacionados con el uso de la tecnología, no la tecnología en sí. El manejo de estos riesgos requiere políticas y prácticas que brinden a los consumidores opciones mientras promuevan desarrollo sustentable ambiental por medio del uso sensato de nuevos adelantos de la ciencia y la tecnología. La reducción de la biodiversidad es un riesgo que va más allá de la tecnología. Si se produce por la destrucción de bosques tropicales, por tomar más tierra para la agricultura, por la pesca excesiva, y otras prácticas para alimentar a la creciente población mundial es más importante que cualquier pérdida potencial de biodiversidad debida a la adopción de variedades de cultivos GM. Este no es un tema relacionado solamente con cultivos transgénicos. En el pasado, los agricultores ya habían adoptado variedades nuevas desarrolladas comercialmente y continuarán haciéndolo cuando se den cuenta que será ventajoso para ellos. A veces, las variedades introducidas podrán mejorar la diversidad biológica, como sucedió con el trigo en Turquía y el maíz en México en donde nuevas especies están evolucionando por la introgresión de genes de variedades mejoradas de landraces tradicionales. Para desacelerar la pérdida continua de biodiversidad, las principales tareas son la conservación de bosques tropicales, de manglares y otros pantanos, de ríos, lagos y corales. El hecho de que los agricultores reemplacen las variedades tradicionales con variedades superiores no significa necesariamente que se pierda la biodiversidad. Cuando exista presión por sustituir una variedad, ésta se puede conservar por medio de estrategias "in vitro" o "in vivo". El apoyo mejorado de gobiernos e internacional es necesario para limitar la pérdida de biodiversidad. Los recursos que son útiles en verdad o potencialmente no pueden perderse por el hecho de que no sepamos o no apreciemos su utilidad en este momento (Leisinger, 1999). Sistemas Regulatorios Los riesgos y oportunidades asociados con los alimentos GM pueden integrarse a las regulaciones generales de seguridad alimenticia de un país. Los procesos regulatorios están siendo revisados continuamente y son temas de discusión a nivel local e internacional mientras más productos de la biotecnología están por salir al mercado. Un sistema de regulaciones, basado en la ciencia, eficiente y que cuente con la confianza del público y de las comunidades de agricultores y negociantes, es primordial para permitir el uso efectivo de la biotecnología. Este sistema deberá estar asociado estrechamente con arreglos regulatorios existentes para nuevos productos farmacéuticos, alimenticios, agrícolas y veterinarios. Los sistemas de regulaciones nacionales se complementan con guías técnicas internacionales. La seguridad alimenticia nacional y las regulaciones de bioseguridad deberán reflejar los acuerdos internacionales, los niveles de riesgo aceptable de la sociedad, los riesgos asociados con la no introducción de biotecnología moderna, al igual que los medios alternativos para lograr los objetivos deseados. Manejo de Propiedad Intelectual Los derechos de propiedad intelectuales relacionados con el comercio (TRIPS, según sus siglas en inglés) también serán un tema de discusión relacionado con la biotecnología y los alimentos en la ronda próxima en Seattle de negociaciones de la WTO. Existe una necesidad de que haya un sistema justo para el manejo de propiedad intelectual que proteja los intereses de los inversionistas a la vez que promueva el uso seguro de nuevas biotecnologías. Todos los países que firmen los acuerdos del WTO han acordado establecer un sistema de protección de derechos de propiedad intelectual, incluyendo la protección de nuevas variedades de plantas, a pesar de que muchos todavía no lo han hecho. Estos nuevos sistemas de propiedad intelectual deberán incluir maneras de compensar no solo a los inventores de nuevas tecnologías sino también a los agricultores que se han dedicado a mejorar, de manera tradicional, las variedades de plantas, durante muchos siglos. Además se deberán crear sistemas apropiados de protección de propiedad intelectual que aliente y entregue premios a la innovación en todo nivel y para todos los países, no solamente aquellos que cuentan con tecnología sofisticada. Conclusiones Los temas de mayor preocupación en relación con las aplicaciones futuras de la biotecnología a la mejora de cultivos incluyen la evaluación de los riesgos a la salud humana y al ambiente, la necesidad de contar con etiquetas obligatorias y / o voluntarias de alimentos GM y / o bienes agrícolas de comercio internacional, la relación entre las responsabilidades de los países bajo el WTO, y los tratados ambientales internacionales. Estos incluyen el protocolo internacional de bioseguridad que se está negociando en el Consejo de Diversidad Biológica, y si proveerá un resumen de las características y / o procesos de modificación genética. Los gobiernos y otras partes responsables deberán comunicar efectivamente al público la naturaleza de los nuevos tipos y variedades de cultivos, sobre la unidad de los procesos vitales en todos los organismos, y sobre los riesgos y beneficios de la biotecnología agrícola en su propio país e internacionalmente. También existen las necesidades de contar con una mejora continua en la transparencia y de una amplia participación en los procesos de toma de decisiones en relación con la biotecnología, la liberación de organismos modificados genéticamente en el ambiente y la aprobación de los alimentos GM para uso comercial. Publicaciones Citadas Consultative Group on International Agricultural Research (CGIAR) 1999. Reporte Resumido de la Conferencia CGIAR / NAS Internacional de Biotecnología, Washington DC, Octubre 21-22, 1999. Secretaría del CGIAR, Banco Mudnial, Washington DC, 10 p. Cook, R. J., 1999. Cómo lograr una evaluación basada en la ciencia para la aprobación y uso de plantas en ambientes agrícolas y de otros tipos. Informe de la Conferencia Internacional CGIAR/NAS de Biotecnología, Washington DC, Octubre 21-22, 1999. Secretaría del CGIAR, Banco Mundial, Washington DC, 10 p. Gould, F., 1999. Uso sostenible de cultivos con ingeniería genética en países en desarrollo. Informe de la Conferencia Internacional CGIAR/NAS de Biotecnología, Washington DC, Octubre 21-22, 1999. Secretaría del CGIAR, Banco Mudnial, Washington DC, 10 p. James, C., 1999. Resumen Global de los Cultivos Comercializados Transgénicos, Servicio Internacional para la Provisión de Biotecnología Agrícola, (ISAAA), Ithaca, Nueva York. Juma, C., y A. Gupta, 1999. Uso Seguro de la Biotecnología, IFPRI 2020 Visión Enfoque 2 Resumen Núm. 6, Instituto de Investigaciones de Políticas Alimenticias Internacionales, Washington DC. Leisinger, K., 1999. 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